6 errores más comunes cometidos por empresarios pequeños

Si bien los pequeños negocios contribuyen al desarrollo económico del país, ofreciéndole empleo a muchos ciudadanos, lo cierto es que los empresarios como todo profesional a lo largo de su carrera enfrentan múltiples retos al operar sus empresas, los cuales muchas veces los llevan a cometer errores en su plan de negocio. De manera que, si eres un nuevo emprendedor que busca experimentar, debes tener en cuenta aquellos fallos que se suelen cometer en los negocios, para evitarlos. Aquí te compartimos 6 de los errores más habituales en las pymes.
1. No establecer un plan de visión del negocio
Algunos emprendedores se dejan llevar por la emoción de tener una pyme y pierden de vista la creación de un plan de negocios bien estructurado. Uno de los aspectos más importantes que todo empresario debe tener en cuenta es el hecho de plantearse metas claras con el fin de cumplirlas y con ello elevar su negocio. Pero lo cierto es que no todos lo cumplen, pues muchos comienzan a proponer ideas sin haberlas estudiado previamente y sin definir cómo desarrollarlas para que realmente funcionen.
En vista de esto, lo ideal es escribir un plan de trabajo donde cada acción a realizar incluya desde los objetivos principales a alcanzar hasta el tiempo estimado para cumplirlo. Para esto debes realizar diferentes estudios que te ayuden a definir tu negocio como, por ejemplo, buscar estrategias que destaquen tu emprendimiento entre el resto de competencia, definir los precios con los que vas a cobrar tus productos y servicios, establecer los métodos de pagos que tendrás disponible, ya sean pagos por internet, pagos con tarjeta mediante un terminal punto de venta o ambos, proyectar dónde ves tu negocio de aquí cinco años, entre otros factores, pues de esta manera podrás llevar tu negocio al éxito.
2. No realizar una investigación del mercado
No estudiar correctamente el mercado en el que se pretende desarrollar el negocio es otro de los errores que los pequeños empresarios suelen cometer, lo cual es bastante grave y una de las razones por la que la mayoría termina en quiebra. Al no tener una idea clara de quién es tu público objetivo, no sabrás exactamente cómo abordarlo para satisfacer sus intereses, lo que se traduce en pérdida de clientes y por supuesto, ventas. Así que, lo más astuto es investigar para quién estás creando tu producto, entender cuáles son sus necesidades y qué buscan, solo así podrás sacar ventaja y direccionar tu empresa por un buen camino.
3. No delegar funciones
Al iniciar un negocio es normal que sientas la necesidad de querer hacer todo por ti mismo, ya que solo tú sabes los planes que tienes en mente. Sin embargo, trabajar en solitario no es una buena decisión, pues, así como tenemos fortalezas, también tenemos debilidades y no podemos pretender ser expertos en todo, ni laborar las 24 horas al día. Es por ello que, se recomienda contar con un equipo de personas apropiadas, dispuestas a colaborar y delegar diferentes funciones con el objetivo de aportar algo positivo al negocio. En el caso de las responsabilidades legales, es fundamental que busques asesoría de expertos en temas tanto legales como empresariales, para que todo funcione como debe ser.
4. No llevar un control de las finanzas
No ser conscientes de cuántos ingresos y egresos exactos genera el negocio es otro error habitual que cometen los empresarios. Este descontrol puede llegar a descompensar todo el esfuerzo que estés poniendo para hacer crecer tu pyme, pues básicamente podría conducirte a la quiebra. Por lo que, si no eres experto en finanzas, lo ideal es solicitar ayuda de especialistas o apoyarte con herramientas online que te permitan monitorear las finanzas de tu emprendimiento en tiempo real.
En el caso de que necesites ayuda económica, no esperes demasiado tiempo para solicitar un financiamiento, ya que muchas veces los pequeños negocios requieren de préstamos para poder seguir funcionando y si no se pide en el momento exacto, puede que todo el proyecto se venga abajo.
5. No entender a los clientes
En la era digital en la que vivimos es muy común que los usuarios expresen sus valoraciones por medio de las redes sociales, ya que es el medio de comunicación más utilizado, dejando atrás las llamadas telefónicas, lo que quiere decir que, si por alguna razón el cliente no quedó satisfecho con su compra, lo más probable es que exponga su disgusto utilizando las redes sociales y no contactándose con el negocio; lo cual dificulta la tarea de controlar la interacción del público con el servicio ofrecido. Es por ello que, resulta necesario mantenerse al día sobre cómo piensa el cliente, utilizar los mismos medios con los que interactúan y crear una relación de fidelización.
Muchas pymes no logran crecer por no conectar con sus clientes, por ejemplo, en un mundo donde la mayoría de las cosas se hacen por internet no contar con métodos de pagos en línea puede traer como consecuencia que el cliente no decida concretar la compra y en su lugar acuda a otro más actualizado. Así que, para evitar estos inconvenientes, lo más recomendable es aplicar estrategias de fidelización, lo cual requiere mantener el contacto posterior a la venta para saber el grado de satisfacción del cliente con el producto y cómo ha sido su experiencia al usar el servicio. La relación de fidelización con el cliente te permitirá mantenerte cerca de él y con ello aumentar la posibilidad de que vuelva a comprar en tu tienda.
6. Tener una mala percepción de la administración
Existen muchos comerciantes que se acostumbran a manejar sus negocios de la misma manera año tras año porque es la forma en la que más cómodos se sienten. Sin embargo, esto puede ser un error, ya que pueden experimentar una falsa sensación de seguridad que les hace creer que el negocio está funcionando a la perfección con máximas producciones, cuando la realidad es muy diferente. Así que, para evitar caer en esta trampa, debes mantenerte aprendiendo y estudiando distintas estrategias que te permitan tener el control sobre el día a día de la pyme e innovar para seguir creciendo como empresario.